¡Buenas noches a todos desde la bonita Marsella!
Vengo enamorada de la ciudad que me ha
visto crecer, de sus calles, sus barrios, sus casas... Cada vez que vuelvo a
visitarla me olvido de la última vez que la vi y la disfruto como si nunca
hubiera estado antes y ,por eso, nunca dejaré de hacerlo.
Tras llegar a casa después de dar un paseo
con mi abuelo, ducharme y descansar un poco, he pensado que sería buena idea
salir a ver cosas nuevas yo sola. Yo y ella, mi ciudad. Paseando, tranquilamente, por una de sus calas que, si no recuerdo mal, se llamaba
Callelongue, me he encontrado con un grupo de jóvenes jugando a la petanca, y
no se me ha ocurrido otra cosa mejor que ir a preguntarles sobre los deportes
en esta ciudad. Ahora, sé que la petanca es el deporte nacional de Francia,
aunque no el más importante, ya que la gran mayoría de estos
chicos me han recomendado ir a ver el tenis en el open de Marsella, al Olympique de Marsella en el Velodróme o los
Calanques de Marsella, que, según me han dicho, son zonas de acantilados y calas
para ir con canoas, una zona para gente atrevida, y, la verdad, no es que yo lo
sea mucho...
Volviendo hacia el centro de la ciudad,
los recuerdos de mi infancia han invadido mi mente, y no he podido evitar
entrar a cenar al primer restaurante al que mis abuelos me llevaron y del cual
me volví loca. Por supuesto, me pedí el plato típico marsellés, la
Bouillabaisse, que, si os digo la verdad, nunca había sabido como se hacía, ni
siquiera los ingredientes que llevaba, hasta que, hace un año aproximadamente, mi
abuela quiso enseñarme. Es un exquisito guisado de cabezas y cuerpo de pescados
con marisco, perejil, tomate y vino blanco, que recomiendo a todos los turistas
que vienen a visitar Marsella. ¡Os encantará, estoy segura!
Después de un largo día, acabo de llegar a
casa, aunque todavía me quedan muchas cosas por ver: la Basílica de Notre Dame,
el Vieux Port y algunas cosas más. Mañana seguiré visitando la bonita y
divertida Marsella. De momento, os dejo con un vídeo que mi abuelo hizo hace unos años con algunos amigos, así podréis entender cómo disfruto yo aquí.
¡Muy buenas noches marsellesas!
Hasta mañana.
Carolina Planells Tarazona.
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