De este viaje he sacado como conclusión que no pienso coger un bus en los próximos 20 años, como mínimo. Por lo menos, ya he llegado a Nápoles. Pero, bueno, no os preocupéis que esta no es la buena noticia. Esto no es, precisamente, lo que os quería decir.
¡Marcelo me ha llamado por teléfono! Así, sin más. Después de todo un viaje de aventuras. ¡Con lo fácil que hubiera sido una llamada desde un principio! Pero ya no me importa por que, por fin, lo voy a ver. He cancelado mi billete de vuelta y, por supuesto, he llamado a mi madre para decirle que me quedo 4 días más en el apartamento de Marcelo. Quiero pasar unos días con él para hablar de todo y disfrutar de Nápoles, la última ciudad de visita de mi viaje. O eso creo.
Lo primero que me ha dicho cuando he respondido a su llamada ha sido un perdón. Perdón por no haber dado señales de vida y haberme dejado colgada por Italia, pero le he dicho que no importa. Yo he disfrutado del viaje igualmente; de todas formas, me alegra que se haya disculpado y ha insistido en darme explicaciones. Resulta que Marcelo es miembro del PD, el Partido Democrático de Italia, y como es el que gobierna actualmente ha andado liado con conferencias y asuntos de políticos. A saber.
La política de Italia se basa en un sistema republicano parlamentarista con democracia representativa y el presidente de la república es el jefe del estado del país. No me ha dicho mucho más por teléfono. Hemos quedado, hoy, a las 18:00h. En su apartamento. Me ha mandado la dirección vía WhatsApp.
He buscado la dirección y me he quedado asombrada. No recordaba que Marcelo tuviera tan buen gusto.
Os dejo una imagen de la ubicación de su apartamento. Por favor, fijaos en las vistas.
Estoy impaciente por verle. ¿Cómo estará? Hace tanto que no le veo.
Paula Rubio Muñoz
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